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Cómo preparar el terreno antes de plantar un árbol

La preparación del terreno es un paso esencial para garantizar el éxito en el crecimiento de cualquier árbol. Un suelo bien trabajado proporciona el ambiente ideal para que las raíces se desarrollen y la planta prospere durante años. Un terreno bien preparado reduce el estrés de trasplante, mejora la absorción de agua y nutrientes, y promueve un crecimiento saludable.


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1. Evalúa el tipo de suelo


Antes de plantar, identifica si tu suelo es arcilloso, arenoso o franco. Cada tipo tiene distintas capacidades de retención de agua y nutrientes, lo que influirá en las técnicas de preparación y en la elección del árbol. Puedes solicitar una prueba de suelo para conocer su pH y niveles de nutrientes.


2. Limpieza del área


Retira piedras, maleza y raíces de plantas anteriores que puedan interferir con el crecimiento. Un espacio limpio facilita que las raíces se expandan sin obstáculos y reduce la competencia por nutrientes esenciales.


3. Aireación y drenaje


El suelo debe permitir el paso del aire y el drenaje del agua para evitar encharcamientos. Puedes mejorar estas condiciones incorporando materia orgánica como composta, humus de lombriz o turba. Estos materiales también enriquecen la tierra y favorecen la actividad de microorganismos beneficiosos.


4. Cavado del hoyo de plantación


La recomendación general es cavar un hoyo al menos dos veces más ancho que el cepellón del árbol y con la misma profundidad. Esto facilita que las raíces nuevas se establezcan con rapidez y encuentren menos resistencia al expandirse.


5. Aporte de nutrientes


Antes de colocar el árbol, mezcla en el fondo del hoyo un sustrato nutritivo adaptado al tipo de planta que vas a instalar. Evita fertilizantes químicos en exceso, ya que pueden quemar las raíces jóvenes. Opta por abonos orgánicos y equilibrados.


6. Colocación y riego inicial


Ubica el árbol de manera que el cuello de la raíz quede al nivel del suelo. Rellena con la tierra extraída, compacta suavemente y riega abundantemente para asentar el sustrato y eliminar bolsas de aire.


7. Protección y seguimiento


Coloca un tutor o soporte si es necesario para mantener el árbol recto y protegido contra el viento. Durante los primeros meses, revisa periódicamente la humedad del suelo, la presencia de plagas y el estado general del follaje.


8. Mantén un plan de cuidado a largo plazo


El trabajo no termina con la plantación. Programa podas de formación, fertilizaciones periódicas y riegos adecuados según la estación para asegurar un desarrollo vigoroso.


En Arboriza no solo te ofrecemos el árbol ideal, sino también la asesoría para preparar el terreno de forma correcta y garantizar que tu proyecto verde crezca sano, fuerte y lleno de vida desde el primer día.

 
 
 

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